Puede sonar a tópico, pero la verdad es que ha sido un lujo compartir dos días completos con Montse y Tana. En cada detalle, en cada momento, han hecho que su boda sea realmente especial.

Para empezar debo decir, que llevan unos 16 años juntos, y que siempre habían dicho que no querían boda, que estaban muy bien así como estaban. Pues para no querer boda, organizaron una de dos días, no está mal, verdad?

Como digo, la boda la dividieron en dos días, el primero, fue la celebración civil en el Ayuntamiento de El Sauzal  y después un almuerzo íntimo con la familia. Aprovechamos para visitar la finca donde se iba a celebrar la fiesta al día siguiente. La Finca (se llama así) se encuentra en Aguamansa, La Orotava y a decir verdad, es un sitio espectacular.

Al día siguiente desde muy temprano ya estábamos allí, y da gusto ver la ilusión que se puede poner (y los nervios que se pueden pasar) después de tanto tiempo juntos.

Debo decir que todos los detalles de la boda los hicieron ellos a mano, se trabajaron todos y cada uno de los momentos del día, lo que da más mérito aún si se tiene en cuenta que Tana trabaja y pasa toda la semana en La Palma.

No quiero extenderme más, únicamente dar las gracias a los dos por ser como son, por creer en el amor y por confiar en mi para un momento tan importante.