Irene y Dani viven en Barcelona, aunque ella es de Tenerife, y en uno de los viajes preparando la boda decidimos hacer unas fotos en un espacio realmente idílico, Las Casas del Camino Real, un caserío antiguo del sur de la isla, totalmente restaurado y convertido en alojamiento rural.
Fue una tarde con una luz maravillosa y con una pareja que me tiene enamorado.