Una tarde ventosa en El Médano, como de costumbre, con una de las parejas más divertidas de esta temporada. Aprovechamos los días de Semana Santa para hacer la sesión de preboda ya que ellos iban a pasar unos días en el sur de la isla. Tengo muchísima ilusión en que llegue el día de la boda, en éste caso, los días de las bodas, puesto que van a ser dos ceremonias (española e hindú). El ser fotógrafo de bodas te permite disfrutar de momentos increíbles, de amor verdadero, de cariño infinito entre dos personas ilusionadas. A partir de ahí, el trabajo deja de ser trabajo, te implicas en la historia y formas parte de ella. Eva y Punit quisieron que yo formara parte de esa historia y les estaré eternamente agradecido.