Son las ocho y media de la mañana y Sara ya está preparándose en la peluquería. Despierta el día muy soleado, Sara con una sonrisa en los labios que no se le fue durante todo el día y con el teléfono en la mano. Más tarde, Sara se dirigió al Hotel Botánico en el Puerto de la Cruz junto con su madre para vestirse y salir acompañada de su padre a la ceremonia civil, que se celebraría en el Castillo de Los Realejos, también en el norte de la isla.

Como fotógrafo de bodas en Tenerife, siempre es gratificante que los novios confíen en ti, te pidan consejo, te dejen hacer. Y, en este caso, tanto Sara como Víctor se pusieron totalmente en mis manos.

Víctor, más nervioso que Sara, se vestía en el propio Castillo y esperaba a que llegara Sara en un Citroen Clásico junto a su padre.

Ceremonia civil muy emotiva rodeados de amigos y familiares, con música de piano y chelo, amigos de Sara.

Después de un magnífico almuerzo, llegó la hora de la fiesta, como sorpresa para los invitados se abrió el telón y empezó a sonar la música de La Alacena, grupo musical tributo a Héroes del Silencio, que levantó a todos los invitados y ya no volvieron a descansar hasta el final de la fiesta.

Felicidades chicos, por una boda tan divertida. Espero que guste el reportaje.